Cuando empezamos a sacar a nuestros periquitos de la jaula hay que ser conscientes de los peligros que puede haber alrededor. Por muchos cuidados y atenciones que prestemos a nuestras mascotas, nunca están a salvo de los imprevistos. Si conocemos los medios de evitar que algo les ocurra, y aún así le sucede algo a nuestra mascota, debemos pensar que no hemos podido hacer nada más por evitarlo, e intentar aprender de los errores para futuras ocasiones. Aunque la pérdida de una mascota es algo muy doloroso y más si se la ha cogido cariño, no debemos desanimarnos y dejar este mundo de los periquitos.
Éstos son los peligros que pueden llevar a una situación embarazosa a un periquito, pero existen muchos otros dependiendo del lugar donde les tengamos o donde les soltemos a volar:
Ventanas: si no disponemos de cortinas, las ventanas pueden ser un gran peligro para un periquito. Al ser una superficie transparente, los periquitos irán hacia la ventana pensando que no hay nada que les impide ir más allá, y se chocarán con el cristal pudiendo hacerse bastante daño. Una solución puede ser bajar un poco las persianas. Y una última cosa, ¡mantener siempre las ventanas cerradas!
Radiadores: los huecos que quedan entre el radiador y la pared suponen un peligro porque el periquito puede caerse por el hueco, y si es invierno y está encendida la calefacción puede resultar más que peligroso. Siempre hay que tener tapado este hueco cuando les tengamos sueltos con una manta, peluche, caja… lo que sirva para tapar el hueco y evitar que puedan caerse.
Sustancias y piezas pequeñas: Los periquitos son animales muy juguetones y todo lo que tocan se convierte en un juego para ellos. Por ello, si tienen piezas pequeñas a su alcance, flecos de alfombras, hilos, restos de comida, o cualquier otro objeto de pequeño tamaño, sería mejor vigilarlos, o incluso, evitar que tuvieran contacto directo con ellos. Pueden ingerirlos por accidente y nos podemos llevar un buen susto.
[smartads]
Agujeros: Si dejamos que nuestros periquitos vuelen libremente por la casa o algún recinto cerrado, tenemos que mirar posibles agujeros donde puedan meterse. Estos pequeños exploradores a veces no son conscientes del riesgo que corren y se meten en agujeros estrechos, estanterías, muebles…. Por eso, es mejor soltar a nuestros periquitos cuando nosotros podamos echarles un vistazo de vez en cuando por si sucede algo similar. Es muy desagradable el chillido de un periquito que se ve atrapado, y más de uno ha tenido que desmontar el mueble para poder sacar al periquito del agujero en el que se coló.
Recipientes con agua: Tenemos que mirar si tenemos algún cubo con agua en la habitación, nos hemos dejado la tapa del inodoro abierta, tenemos alguna legumbre en remojo en la cocina o el fregadero lleno de agua…Los periquitos pueden caer dentro de ellos y ahogarse.
Las plantas: Las plantas de casa pueden ser un gran peligro para nuestros periquitos. Si tenemos alguna planta cerca de ellos veremos que no ha pasado ni un dia desde que compramos la planta hasta que ha quedado reducida a unas cuantas hojas por el pico de nuestros periquitos. Ocurre, que muchas plantas son venenosas para los periquitos, y el ingerir alguna de sus hojas, savia, o flores puede producirles enfermedades intestinales, e incluso matarles. Por lo general las plantas en flor es mejor no dejarlas cerca de los pájaros, y algunas otras como los ciclamen, las begonias, o la flor de pascua no son buenas compañeras de nuestras mascotas. Por el contrario, algunas plantas que se consideran inofensivas son la mayoría de árboles frutales, Chlorophytum comosum(la cinta), algunas clases de palmeras…. Si no sabemos a ciencia cierta si pueden ser malas para nuestros periquitos, mejor retirarlas mientras estén sueltos.
Los gatos: Son animales por instinto cazadores, y un periquito puede ser una buena presa si no ponemos tierra de por medio entre ellos. Debemos asegurar las jaulas si están a la altura posiblemente alcanzable por los gatos, reforzar las paredes, o poner dobles rejillas si se trata de pajareras.
Cuando el gato es joven, se le puede enseñar a convivir en perfecta armonía con los periquitos, eso sí, siempre que estén dentro de la jaula o que el gato este en otra habitación si les soltamos. Si el gato es más mayor, será muy difícil enseñarle que no debe molestarlos, y puede que se vea con ganas de echarles la zarpa. Si algún día vemos que se acerca demasiado a la jaula, o que les mira fijamente desde cerca, basta con gritarle para que vea que lo que hace está mal, sin necesidad de pegarle o de maltratarle. Los gatos son animales bastante sensibles, por lo que el ruido ya es bastante molesto para ellos.
Os aconsejo echar un vistazo a El Vuelo Dario, si aun no os habéis animado a dar el paso de sacarlos de la jaula 😉