1. Causadas por Endoparásitos (viven en el interior del ave)
Áscaris
Los áscaris son parásitos intestinales que se alojan en las paredes intestinales del periquito. Tras unos días las larvas penetran en la mucosa dañándola y provocando lesiones y hemorragias. Se alimentan de los alimentos que come el periquito y de esta forma se desarrollan, crecen y se reproducen. Los huevos salen al exterior a través de los excrementos, que es la forma más fácil de contagio entre el resto de periquitos.
En estados muy avanzados pueden obstruir el intestino provocando la muerte del periquito.
Síntomas:
Pérdida de peso constante, diarreas con semillas sin digerir, apatía, somnolencia, embolamiento, mucha sed.
Tratamiento:
Aislar al periquito del resto (aunque según el estado en el que se encuentre el veterinario puede aconsejarnos tratar al resto, depende del caso) y limpiar constantemente (por lo menos 2 o 3 veces al día) el suelo la jaula. Es aconsejable ponerle en una jaula con rejilla y poder poner en la jaula papel de color blanco para ir viendo el estado de las heces.
Normalmente se le suministrará tratamiento con un Vermífugo. Es necesario que el veterinario nos confirme mediante el análisis de los excrementos que se trata de esta enfermedad para darle el tratamiento correcto.
Además debemos administrarles probioticos para mantener la flora intestinal en buen estado.
Ácaros de los sacos aéreos
Los ácaros de los sacos aéreos no es una enfermedad tan frecuente en periquitos. Afectan más a otras especies, como los Diamantes de Gould o los Canarios.
La función de los sacos aéreos consiste en retener el oxígeno, y los pulmones son los encargados de expulsar el dióxido de carbono. Estos ácaros se sitúan en la mucosa de los sacos aéreos, en los bronquios y la tráquea, y se pueden observar a través de un microscopio.
Síntomas:
Tos, estornudos, el periquito hace movimientos con la cabeza como si intentara expulsar “algo”. Se producen trastornos respiratorios, y al periquito le cuesta respirar, cuanto más avanza la enfermedad, más se acusan estos síntomas. Si les sacamos a volar, no podrán hacer esfuerzos al volar “ahogándose”, por lo que deben ser tratados, de lo contrario pueden asfixiarse.
Estos ácaros pueden contagiarse a través del agua o de la comida, pero principalmente a través del agua, ya que cuando el periquito infectado bebe agua, los ácaros infectarán esa agua quedando contaminada.
Tratamiento:
Hay que hacer una limpieza muy escrupulosa, sobre todo en los bebederos y jaula. Mantener al periquito en la jaula sin hacer esfuerzos, y administrarle Ivomec en la nuca (de esta forma se reparte por todo el cuerpo), aunque puede ser otro tipo de medicamento que tenga las mismas propiedades. Siempre consultar con un veterinario.
Coccidiosis
Es una enfermedad parasitaria que afecta al aparato digestivo, más concretamente a los intestinos. Estos parásitos pertenecen al género Eimeria, (aunque podemos hablar de otros géneros como Toxoplasma en el que las aves actúan como huéspedes intermedios. Aún así los tratamientos actúan contra los coccidios pertenecientes al género Eimeria e Isospora), y se adhieren a las paredes intestinales provocando una difícil absorción de los nutrientes.
Es una enfermedad muy contagiosa, por lo que deberemos aislar al periquito y limpiar a conciencia todo el mobiliario de la jaula, incluida la jaula.
Se transmite a través de las heces (cuando el periquito hace sus necesidades, los coccidios salen con las heces), por lo que hay que mantener una limpieza muy estricta. Si alguna vez tenéis un periquito que tenga coccidios os recomiendo poner en el fondo de la jaula papel blanco para poder controlar el color de las heces, y cambiárselo el mayor número de veces al día (mínimo 3 veces) para evitar la reproducción de estos parásitos.
Síntomas:
Al principio empezará a tener diarreas de color verdoso, pero conforme avanza la enfermedad, las heces se volverán de un color más oscuro (marrón oscuro e incluso negro), lo que indica que las heces contienen sangre. En algunos casos pueden incluir semillas no digeridas. El periquito perderá el apetito, se mostrará melancólico, con el plumaje erizado y adelgazará muy rápidamente, por lo que se encontrará muy débil.
Una manera de comprobar si nuestro periquito tiene coccidios es soplándole las plumas del vientre, y si vemos que tiene el vientre hinchado y de un tono azulado, es muy probable que tenga coccidios.
En estados avanzados puede expulsar una especie de baba por el pico.
Hay casos en los que invaden otro tipo de órganos, como el cerebro. En este caso el periquito perderá el sentido del equilibrio.
Tratamiento:
El veterinario deberá realizar un examen de las heces para diagnosticar que nuestro periquito realmente tiene coccidios. Normalmente se aplican sulfamidas para el tratamiento, aunque hoy en día también se pueden administrar otro tipo de antibióticos que combaten otro tipo de bacterias. Es un tratamiento muy fuerte que debe completarse con la posterior toma de vitaminas y probióticos que les ayuden a regenerar la flora intestinal.
Tricomoniasis
Es una enfermedad parasitaria que afecta al aparato digestivo superior (buche y esófago) causada por Trichomonas columbae. Se transmite entre periquitos emparejados o de padres a hijos al alimentarlos. Una infección grave puede extenderse a la sangre provocando lesiones en otros órganos. Es muy importante una correcta higiene.
Síntomas:
Se forman placas caseosas de color amarillento en la cavidad oral que les impide digerir los alimentos con normalidad. Plumaje erizado, diarreas, vómitos, dificultades para respirar (pudiendo asfixiarse), adelgazan por la dificultad de digerir bien los alimentos y les aumenta la sed.
Tratamiento:
Desinfección completa del hogar en el que se encuentre el periquito, y el veterinario seguirá un tratamiento con Ronidazol, Secnidazol o Metrodinazol.
[smartads]
2. Causadas por Ectoparásitos (viven en el exterior del ave)
Ácaro de la sarna
Es una de las enfermedades más frecuentes en periquitos. Este ácaro vive dentro de la queratina del pico y va haciendo “túneles” u oquedades en el mismo.
Un periquito aparentemente sano, puede estar infectado y que no nos demos cuenta hasta pasados unos meses. En muchas ocasiones cuando los compramos en una tienda ya tienen ácaros y no nos damos cuenta hasta que pasa un tiempo. Es muy importante la higiene.
Estos parásitos aprovechan para actuar cuando nuestro periquito se encuentra bajo de defensas. No suele transmitirse entre periquitos, a no ser que sean pareja y se pasen comida, en este caso podría infectarse la pareja. Ocurre lo mismo si tienen crías y la madre está infectada, al dar de comer a las crías, éstas pueden infectarse.
Síntomas:
El periquito se rasca mucho y se siente molesto.
Lo más frecuente es que primero les salgan en las comisuras del pico (donde se junta la parte superior del pico y la inferior), y son como una especie de bolitas o verrugas. Si no les tratamos pueden llegar a casos extremos en los que les crece el pico de forma desmesurada impidiéndoles comer.
Si vemos costras blanquecinas o de color beige alrededor del pico, en los ojos o en las patas, lo más seguro es que sean ácaros de la sarna.
Tratamiento:
Si eres capaz de coger a tu periquito, un remedio casero que suele funcionar muy bien (siempre que no se encuentre en un estado muy avanzado), es untar aceite de parafina en las zonas afectadas. Es un poco engorroso porque ensucia bastante y hay que tener un manejo al coger al periquito. Una vez que veamos que aparentemente han desaparecido los ácaros hay que seguir aplicando este tratamiento alrededor de dos semanas para asegurarnos que los ácaros han desaparecido por completo.
Otro posible tratamiento se da con Ivomec (al igual que en el caso de los ácaros de los sacos aéreos), que es un amplio antiparasitario que sirve para combatir los parásitos internos y los externos. Hay que tener mucho cuidado con este producto porque puede resultar altamente tóxico. Se le aplica en la nuca o bajo las alas, desde donde se difunde al resto del organismo. Siempre es aconsejable que esto lo realice un veterinario porque una sobredosis puede resultar fatal.
Hay otros casos en los que el veterinario le aplica una inyección al periquito para eliminar los ácaros de una forma más rápida y efectiva. Depende del grado en que se encuentre necesitará más o menos dosis.
Ácaro rojo
Este tipo de ácaro también suele ser frecuente entre los periquitos. Estos parásitos son parientes cercanos a las garrapatas y se alimentan de la sangre de los periquitos. Durante el día es imposible verlos, porque se esconden en cualquier sitio de la jaula (barrotes, esquinas y nidos). Actúan por la noche, que es cuando salen de su escondite para atacar a nuestros periquitos.
Este tipo de ácaro puede atacar a los humanos, pero no es nada peligroso (es cómo si te picara una pulga).
Síntomas:
Los periquitos se van a mostrar incómodos por la noche, se rascan más de lo normal y se producirán movimientos nocturnos (revoloteo en plena noche).
Si alguna vez sospechamos que pueda haber este tipo de parásito entre nuestros periquitos, un método muy fiable es colocar una sábana de color blanco en la jaula. En cuanto nos levantemos, antes de siquiera subir las persianas (para que no puedan tener ni el más mínimo rayo de luz), cogemos la sábana y si realmente está el hogar infectado por estos ácaros, lo veremos enseguida (son diminutos y de color rojo). Si no hay nada, no hay de qué preocuparse.
Es un método muy fiable. Yo misma una vez tuve la desgracia de tener estos pequeños invasores entre mis periquitos por culpa de coger un nido que tenía en la terraza. Utilicé este método y los vi claramente. El problema es que si tenéis un nido, enseguida hay que tirarlo y comprar uno nuevo esperando que la hembra lo acepte y siga criando sus polluelos.
Tratamiento:
Hacer una limpieza a fondo de toda la jaula y de todo el mobiliario (perchas, juguetes, bebederos…) y aplicar un acaricida en spray en la jaula y el entorno en el que se encuentren (para evitar que haya supervivientes).
Malófagos
Son ectoparásitos que viven en las plumas de los periquitos. Se alimentan de las escamas cutáneas y como consecuencia destruyen las plumas permeabilizándolas. Si nos fijamos bien, podremos observarlos entre las plumas. Es fácil que se transmita de unos periquitos a otros.
Síntomas:
El periquito se rasca mucho y se muestra nervioso. No se encuentra tranquilo por la molestia que producen estos parásitos.
Las plumas se ven “roídas”.
Tratamiento:
Hay que aplicarle un tipo de antiparasitario que nos debe indicar el veterinario para evitar confusiones.
Entre los tipos de ectoparásitos podemos citar también los ácaros de las plumas, pero no son nada frecuente entre los periquitos. Estos ácaros se centran en los cañones de las plumas grandes que se encuentran en crecimiento (se alimentan de la sangre, y por consiguiente hacen que se rompan las plumas), pero no existe tratamiento alguno.