El origen del periquito se remonta hasta las selvas tropicales y los pastos verdes de Australia. Lo más increíble es que es una especie que hace tan sólo 170 años que está entre nosotros, adaptándose de una forma increíble al cambio de estado salvaje, al estado doméstico. Allí los periquitos vivían en total libertad, agrupados en bandadas de numerosos ejemplares que viajaban de una región a otra en busca de alimento y agua. En la zona oriental, se reproducían con facilidad debido al clima templado y la abundancia de alimento que favorecían las lluvias. Sus nidos los construyen en eucaliptos, ahuecando su tronco con un único agujero de entrada y salida. Al igual que ahora, no empleaban materiales en la construcción del nido, más que el aserrín desprendido al ahuecar el árbol. En su estado salvaje, el periquito solo presenta la coloración verde, a partir de las cual han ido surgiendo el resto de mutaciones y variedades. Es difícil, pero no imposible, encontrar algún periquito amarillo entre las sabanas australianas.
La puesta de huevos, es más moderada, entre 4 y 6 huevos, y las parejas aprovechan la abundancia de alimento y agua para acomodarse en una zona y procrear a gran velocidad, aumentando en miles el número.
Los primeros en descubrir e importar hacia Europa a los periquitos fueron los ingleses. Según los datos que se conocen, la primera persona que importó estas aves vivas a Inglaterra fue John Gould en 1840. Entre 1840 y finales del siglo XIX se hicieron grandes capturas de miles de ejemplares, que se encerraban en jaulas y eran alimentados durante el viaje a base de pan y otras sustancias que los periquitos no estaban acostumbrados a comer. Por el brusco cambio de clima, y la mala y escasa alimentación que recibían durante el viaje, muchos de ellos morían, llegando solamente un 2% de los ejemplares vivos a Inglaterra. Los ingleses los utilizaban como adorno en casas de gran prestigio o de personas conocidas. Los mantenían en jaulas en salones y habitaciones a altas temperaturas para que no extrañasen el clima de su tierra natal. Sin embargo, por la poca información que de ellos se tenía, la mayor parte de ellos terminaba por morir e iban siendo reemplazados por periquitos nuevos. Solamente algunos ejemplares consiguieron sobrevivir, y sus dueños, intentaron someterlos a la reproducción en cautividad. Durante mucho tiempo se les puso los nidos abiertos, semejantes a los de los canarios, con lo que no se lograba el propósito esperado. El primer sistema que surgió y dio mejores resultados, consistía en usar un coco hueco, partido por la mitad con un agujero de entrada. Los periquitos comenzaron a reproducirse y se fue observando que en cajas de madera los resultados eran aun mejores. Tras el éxito conseguido, comenzaron a importarse periquitos a lugares como Francia, Alemania… y por fin a España. En estas regiones de climas más cálidos, los periquitos consiguieron adaptarse mejor al medio y las gentes no tardaron en valorar estas exóticas aves por su hermoso plumaje. Aun así, los primeros periquitos todavía no estaban bien condicionados para pasar bajas temperaturas, con lo que en invierno era necesario caldear la habitación en la que se encontraban para que no muriesen. La verdadera aclimatación del estas aves, no se consiguió hasta mediados de los años 40, fecha desde la cual, las características de los periquitos han ido variando, produciéndose múltiples mutaciones de color que no es posible encontrar en libertad, y extendiendo su cría y el numero de polluelos por nidada. Los primeros que se dedicaron a la domesticación de este peculiar animal, fueron los Holandeses y los Belgas.
Clasificación biológica:
-Clase: Aves
-Orden: Psittaciformes
-Familia: Psittacidae
-Subfamilia: Psittacinae
-Género: Melopsittacus
-Especie: Melopsittacus undulatus
[smartads]